Si algo hemos descubierto hasta ahora en los Estados Unidos es que los estados no tienen nada que ver entre sí, es más, parece que al pasar de uno a otro cambiaras de país porque incluso hasta las leyes varían; también el tipo de gente. Esto nos ha hecho pensar (en la bici uno tiene mucho tiempo para pensar) que EE. UU como fue realmente formado por inmigrantes, que es muy joven si lo comparamos con Europa, Asia o Africa y, suponemos ambos que por eso, sucede que por regiones, por zonas, por estados... es tan y absolutamente diferente, pues fueron diferentes grupos de población, venidos de diferentes partes los que se asentaron, cada uno en su zona. Ha sido sorprendente e interesante el no haber encontrado para nada esa norteamérica que teníamos en la cabeza de "hotdogs" y hamburguesas, de banderas y de 4x4 que... aunque la hay, no es lo que abunda, o por lo menos en las regiones que nosotros hemos transitado.![]()
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Eso sí, se pueden decir cosas sorprendentes como que los gimnasios y algunos supermercados abren las 24 horas, que el noventa por ciento de la gente que esta en la calle (sin hogar) tienen problemas mentales, que es muy común alquilar almacenes (como si fueran garajes) para guardar las pertenencias extras que se tiene y que no caben ya en las casas.... esto quizá, es de lo que más nos ha sorprendido. También que su forma de hablar el inglés es mucho más divertida y campechana, más expresiva y simpática que la de los demás países de habla inglesa que hasta ahora hemos visitado, uno, mientras tomábamos un café, nos decía (sobre el inglés): “Los ingleses lo hicieron necesario y los americanos lo hicimos “cool” (guay)”.
Cruzamos directamente de Canadá a Montana cruzando el paralelo
número 48 (en Alaska y Canadá, cuando se refieren a Estados Unidos lo
llaman “lower 48” es decir “por debajo del paralelo 48”) y aunque cambiamos
de país, no se percibía apenas algún cambio, lo que sentimos era que el
terreno se resecaba y al tiempo que aparecían las vacas; desaparecían los
osos y los mosquitos... Lo mejor: los bisontes, espectaculares, pachones y
tranquilos pero... mejor no acercarse.
Zonas con más población y de repente, sin esperarlo en absoluto.... nos encontramos sumergidos en el más puro “lejano oeste”: coches viejos y grandes camionetas, sombreros y botas de cowboy, camisas atadas hasta el ultimo botón de arriba e incluso ¡¡espuelas!!, más de uno nos recuerda a lucky lucke... exactamente.Casas con amplios porches y en ellos un par de esas grandes sillas-mecedora de madera, tan típicas de las películas. -Have a Safe day- nos desea la gente. (“Tened un día en que estéis a salvo”) -And you a happy day- les deseamos de vuelta. (“Y vosotros uno feliz”) Calor, calor y muchos incendios. También encontramos los primeros “Amihs”: se caracterizan por su manera de vestir al estilo siglo XVIII, y su resistencia a usar las modernas tecnologías, empezando por la televisión y muchos, incluso se niegan a usar el coche. Estar entre ellos te hace saborear lo que sería viajar en el tiempo. Humildes y sencillos, también algo distantes.
En Idaho el sol ya comienza literalmente a doler, se siente que avanzamos al sur en línea recta y como el clima cambia poco a poco. Vamos por carreteras muy secundarias entre rocosas montañas en las que, cuando el valle se cierra y se convierte en desfiladero.... nos parece ver a los indios allá arriba, dispuestos a protegerse organizando una emboscada a las caravanas de inmigrantes, que en busca de oro y riquezas avanzaban en estas tierras.![]()
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La visita a Yellowston no estuvo mal, los geysers fueron lo más impresionante
pero... sinceramente... cuando se viene de recorrer el estado del Yukón, las
rocosas y los parques de Yasper y esa zona... no es nada del otro mundo, es
más, hay tanta gente y coches, que solo dan ganas... ¡¡de marcharse a otro
lugar!!, o... al menos es así para nosotros que, ya de tanto rodar el mundo,
nos hemos hecho quiza un poco cascarrabias y peculiares.
Utah nos sorprendió por lo poco que sabíamos de este estado que es el de los mormones, un lugar en que el alcohol está prohibido entre estas gentes que, no beben ni café, pero que nos han brindado una hospitalidad como nunca jamás hubiéramos podido imaginar en esta zona del mundo. ¡¡Cuantos prejuicios aún siguen ensuciando nuestra visión del mundo!! y... ¡¡que liberación es el deshacerse de ellos!!. En la ciudad de Salt Lake, (el lago salado) nos recibía Steve y su mujer en su casa con todos los honores,![]()
al llegar tenían el jacuzzy de la terraza con vistas a la ciudad desde las alturas; encendido y preparado para que saltásemos a el directamente. Los conocimos
en Alasca, ellos viajaban en caravana con sus niñas y nos ofrecieron un café y bollos cuando nos vieron llegar sudados y cansados justo al sitio en que estaban aparcados. Allí nos ofrecieron su casa, abierta y sinceramente. Una maravillosa pareja que antes de tener las niñas viajaron con mochila y saben lo que es el viaje, han recibido hospitalidad y ayuda de otros y el ofrecerlo es una forma de devolver tanto como recibieron en su día. Así nos lo cuentan.
Decidimos hacer un alto en el camino, la costa californiana y especialmente las Secuoyas Gigantes nos andaban “llamando a gritos” y no había forma de pasar de largo sin hacerlas una visita así que ... teniendo la oportunidad de dejar las cosas en casa de nuestros amigos... decidimos visitar la costa. ¿Cómo? De una manera inesperada, increíble, ejemplar y bellísima. Conocimos a Josh, un muchacho de la zona de San Francisco en casa de un “warmshowers” (el espacio de intenet en que la gente ofrece sus casas para hospedas a otros que viajan en bici).![]()
Estuvimos tres días juntos, hospedados por la misma persona y … al comentarle lo de la costa y lo que nos gustaría conocerla nos ofreció su coche. Nos dijo que su viaje iba a durar unos meses y que a el le vendría también bien si alguien se lo movía y no quedaba parado.
Por supuesto aceptamos.
Así recorrimos la costa y nos pegamos un descanso de la bici. Las Secuoyas solo se pueden comparar a nuestro parecer, a los baobabs…. no es lo que ves… es lo que sientes, no es su belleza… es más bien su presencia lo que impacta, lo que deja mudo, lo que vibra en el aire, a su alrededor. Pura mágia.
Esta parada quedará para ambos marcada para siempre, no ha sido solo un descanso sino… un punto de inflexión, hay un antes y un después de la visita a California y… ya nada… es ni será lo mismo para ninguno de los dos.
El porque… el como… el que…. lo dejamos para la siguiente entrada pues, esta ya es tan larga que, seguramente y según los que saben de internet nos cuentan:
¡¡el … 80 % de los que comenzaron a leer esto ya nos habrán abandonado a estas alturas!! 🙂
Gracias infinitas, profundas y coloridas a quienes nos habéis acompañado en este contar, hasta aquí abajo, a los que leéis cada entrada hasta el final… gracias por vuestra atención y vuestro tiempo, porque, es para vosotr@s finalmente que este blog existe.
Gracias sinceras por vuestra compañía.
Yo siempre me leo vuestras entradas hasta el final… es una mezcla de curiosidad, envidia y fraternidad que me hace sentir como si de alguna manera viajara junto a vosotros en mi bici… un fuerte abrazo!!
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Ey Fernando!!!!
Pues es un verdadero honor, lo primero porque suelen ser muy largas, y lo segundo por que nos acompañes, por que viajes con nosotros!!!! eso es de verdad, una alegría, un fuerte abrazo y gracias también por el comentario, nos hace sentirte cerca y también sentirnos escuchados. Con estos pequeños detalles sabemos que hay alguien ahí al otro lado de la pantalla brillante.
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Sólo una pregunta, cuántos bisontes vistéis. Porque tengo entendido que prácticamente los «americanos» los mataros y es un animal en extinción, que sólo se ven en las reservas.
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Muy buenas Ricardo pues…
vimos varias manadas grandes en Yellowston, que es un parque nacional, el parque nacional del oso Yogui. Después vimos otra manada , que es la de la foto del bisonte grande que esta en primera plana pero esa es privada, estaba metida en un recinto muy grande pero vallado. Como tirábamos hacia el sur, no vimos mas pero según nos dijeron hacia el interior, es decir hacia la zona central hay mas, de eso… solo tenemos lo que dice la gente, no sabemos. Son impresionantes, de verdad. Es una pena si lo que dices es cierto… pero por lo que vimos no creo que estén en extinción, quizá en su estado salvaje pero, los crían para carne, es decir para comerlos. Besazos y … a disfrutar!!!
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Hola Aitor somos Alberto e Itxasne!!!esta mañana nos hemos encontrado en Bryce Canyon y queríamos decirte que ha sido un auténtico placer compartir una charla contigo…nos ha parecido sobre todo admirable como haces llegar un estilo de vida con humildad y sin prejuicios de ningún tipo…. seguiremos atentos a tu viaje!!!! Te deseamos mucha suerte!!!
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Comparto la opinión de Fernando, siempre es un placer leer (aunque con retraso) vuestras publicaciones, a mi siempre se me hacen cortas y me transportan a vuestro lado. Aitor, sigue contándonos tu viaje y cómo te va por el continente Americano.
Besazos
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gracias de verdad pues no tiene sentido el blog sin vosotros y vosotras al otro lado, gracias por hacernos conscientes a través de los comentarios de que si, que estais ahi, de que vamos juntos en esto. Besos
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Muchacho, no sólo lo leo hasta el final, sino que me parece poco. Leerte es conocer de primera mano la realidad de la vida de los pueblos, libre de prejuicios. En tus opiniones están libres de intereses particulares, como tan acostumbrados nos tiene la prensa. Recibir esto gratis es realmente un regalo para los que no viajamos. Gracias muchacho.
Siento haberme incorporado tarde.
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Un placer amigo.
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